Un ojo de pez no es mas que una lente que crea un curioso efecto en todo lo que enfocamos con ella. Los objetos se distorsionan y parecen pertenecer a otro mundo.
Las opciones profesionales son en ocasiones elevadas, sobre todo si queremos efecto hemisférico de 180º, pero vamos a echar mano de la imaginación.
Lo primero es siempre elegir el material. Para ello debemos ir a una ferretería de confianza y adquirir una mirilla para puerta. Existen modelos, tipos y tamaños para hablar de ello durante días. Lo resumimos en que debemos elegir lo que mejor se adapte a nuestras necesidades. No debemos descuidar la calidad, nada de plástico.
En cuanto al soporte, para gustos colores. Hay quien aboga por un soporte de madera, yo personalmente y si vuestra compacta es pequeña, podéis usar la caja de un carrete de fotos, le practicáis un agujero y luego un poco de pegamento y logramos buenos resultados.
El proceso es simple. Tomamos la mirilla que hemos comprado (5 euros) , le cortamos lo que sobre y pegamos la lente al soporte (madera, caja carrete de fotos... )
Fuente: http://www.dzoom.org.es/noticia-1330.html
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